El dinero no crece de los árboles ¿qué tal reducir el coste de la vida?

¿Quién no ha sucumbido al encanto de 'Cómo conocía vuestra madre' o 'Friends'? Las míticas series americanas protagonizadas por un grupo de amigos y sus vivencias han hecho mucho por apoyar nuestra primera recomendación: compartir piso. Sí, dividir entre dos o más personas el coste de un alquiler o, inlcuso, aliviar en parte el montante de una hipoteca será un balón de oxígeno clave para tu economía. 

Si das con la persona o personas adecuadas, la experiencia puede resultar además altamente gratificante de modo que, no lo pienses más, deja a un lado ese celo por tu intimidad y sacrifica parte de tu espacio en beneficio de tu economía. Compartir piso no tiene por qué ser una solución permanente sino algo temporal de modo que, relájate, busca el barrio en el que quieres instalarte y prepárate para vivir una experiencia vital que te ayudará a reducir los costes de tu vida.

Uno de los conceptos básicos sobre los que cualquier pequeño ahorrador asienta su 'fortuna' es rebajar los costes. Los expertos en finanzas personales pueden ofrecerte un sinfín de buenos consejos para poner en orden tus cuentas y llegar a obtener réditos sin tener que romperte demasiado la cabeza. Sin embargo, antes de llegar al nivel 'experto' puedes empezar por dar pequeños pasos en la dirección adecuada y tratar de reducir los costes de la vida con decisiones inteligentes. Agrupar tus seguros de casa, coche y cualquier otro que estés pagando en estos momentos te permitirá acceder, muy probablemente, a mejores precios y promociones. Puedes emplear un comparador de seguros para facilitar tu búsqueda (hay un montón en internet) o sencillamente, acudir a tus aseguradoras y tantear a ver qué te ofrecen. Una vez tengas todos los presupuestos no lo demores, reagrupa todos tus pagos y benefíciate de las mejores condiciones. 

Si quieres seguir en esta línea también puedes apostar por las compras colectivas, buscar muestras gratuitas de productos que puedan interesarte, hacerte con varias tarjetas de fidelidad de gasolineras, tiendas y similares, o registrate en páginas en las que puedas obtener cupones descuento para tus compras.

Desde ropa a libros pasando por electrodomésticos, muebles o aparatos vinculados a las nuevas tecnologías, cualquier cosa que ya no uses es susceptible de cantar 'El Emigrante' y abandonar el hogar. Además de liberar espacio en casa, vender todo aquello que no necesites te proporcionará unos ingresos extra con los que afrontarás el coste de la vida independiente con más holgura. 

Plataformas como Ebay en internet, Wallapop más recientemente en el móvil o tiendas tradicionales de compra venta de artículos de segunda mano, convertirán tus enseres en desuso en dinero contante y sonante que podrás invertir en todo aquello que necesites ahora.

Aunque parezca un consejo muy radical, lo cierto es que mantener un vehículo puede disparar el coste de la vida. No se trata solo de los gastos habituales de mantenimiento o gasolina, a ellos debes sumar el seguro, los impuestos y, en el peor de los casos, alguna que otra reparación inesperada. Por eso, si tienes oportunidad de hacerlo vende tu coche, apuesta por una movilidad más sostenible compartiendo el vehículo de algún compañero, por ejemplo, a la hora de ir a trabajar o, sencillamente, usa el transporte público o pasea.

Apenas unas semanas después de haberte deshecho de tu utilitario verás como lo notas en tu economía doméstica. En definitiva, se trata de una solución que puede resultar algo violenta, de entrada, pero que a la larg tu bolsillo agradecerá. 

El gasto en calefacción es otra de las inversiones ineludibles que incrementan, y mucho, el coste de la vida. Lo cierto es que, en muchas ocasiones no hacemos un uso apropiado de los sistemas de calefacción. En construcciones antiguas, por ejemplo, resulta muy habitual encontrar todavía sistemas de calefacción central que, haga más o menos calor, no permiten regular la temperatura suponiendo un derroche y un gasto que no se ajusta a la realidad. 

Si buscas reducir al mínimo tus gastos en calefacción y, por extensión, el coste de la vida en tu hogar, te proponemos un uso racional del calor. No es necesario que tu casa parezca Canarias (con una temperatura estable de 25 grados), lo ideal es que elijas la habitación en la que más tiempo vas a pasar y la mantengas lo más caldeada posible y, el resto de las estancias, algo más frescas. En cualquier caso, existen algunos trucos que te permitirán ahorrar en calefacción y puedes encontrarlos en nuestro libro de ideas: 6 consejos para ahorrar en calefacción.

Más allá de las cuestiones meramente habitacionales, el último de nuestros consejos para que reduzcas al máximo los costes de la vida no es otro que la vuelta a lo natural. Si ya hemos hablado de ahorrar en alquiler, gastos de la casa, seguros e, incluso, calefacción ¿por qué no hacerlo también en alimentación? Tanto si dispones de un pequeño patio o jardín (como este diseñado por los arquitectos paisajistas de la firma Suigiardino), como si cuentas en casa con una pequeña terraza o balcón, prepárate para aprovecharlo al máximo sacando el hortelano que llevas dentro. 

Plantar tomates, lechugas, zanahorias y otros vegetales te reportará, no solo unos ingresos económicos (dejarás de tener que ir a la tienda a por ellos) sino la satisfacción personal de cultivarlos con tus propias manos y saber que son productos 100% ecológicos.