Desde Tailandia nos llega esta vivienda de una sola planta que emana modernidad y confort. La constructora responsable del proyecto nos presenta a lo largo de estas imágenes el proceso de construcción, en el que podrás ver que en poco más de 100 m² se han conseguido amplios espacios con mucha luz y una distribución muy práctica. No te lo pierdas y acompáñanos en este viaje fotográfico.
Empezamos con una imagen general de la vivienda todavía en su proceso de construcción. En ella puedes ver la gran cantidad de superficie acristalada que presenta, lo que hace vincular de manera rotunda los espacios interiores con el jardín que rodea la casa. El cuerpo se compone de dos cubos desplazados el uno respecto al otro, generando de esta forma un porche de entrada.
Te queremos mostrar el plano para que puedas ver de manera clara la ubicación de cada una de las habitaciones. La casa consta de una sala central en la que se sitúa el comedor y el salón; la cocina independiente; dos dormitorios; y un cuarto de baño entre ellos, que sirve para abastecer tanto a los dormitorios como a la sala central.
La estructura de la casa es de hormigón armado, y sus pilares se encontraban en pleno proceso de construcción en el momento de la imagen. La construcción se eleva respecto al suelo una distancia suficiente para proteger la casa de humedades y también de posibles inundaciones.
En esta otra fase la casa se encontraba ya en un momento más avanzado, con parte de las fachadas de ladrillo ya elevadas y también con la cubierta. En la fotografía se aprecia bien ese movimiento de los dos cuerpos que configuran el volumen total y que se usa para ubicar la entrada a la casa.
En el lateral de la casa se sitúa el aparcamiento con sitio para dos plazas. Es un aparcamiento al aire libre pero protegido por una cubierta ligera metálica que crece desde una de las fachadas laterales. En la imagen vemos el jardín todavía en proceso, pero la casa ya está prácticamente finalizada.
La cocina consta de una gran encimera que va recorriendo el perímetro de la habitación. Consta de muebles en blanco y negro, y tiradores rojos. Colores que vamos a ver también en otras habitaciones y que hacen que la casa adquiera un toque de modernidad y sofisticación. La amplia ventana de la cocina se abre hacia la parte lateral donde se encuentra la zona de aparcamiento.
Un detalle a tener en cuenta de la casa es el diseño tan cuidado de su iluminación. A través de los falsos techos en los que van empotradas las luces LED, se van definiendo los límites de las estancias. Además, el techo pintado de blanco contrasta fuertemente con las paredes grises, manteniendo esa atmósfera elegante que acompaña a cada una de las habitaciones.
Terminamos con las estancias interiores con la imagen del cuarto de baño. En él se vuelve a trabajar con el blanco y el negro, binomio que ya vimos en los muebles de la cocina, pero en este caso está presente en los azulejos. Todas las superficies verticales están cubiertas por azulejos, y el suelo por baldosas en color beis.
La fachada está invadida por el color gris. Un color que aparece de diferentes maneras al usarse en varios materiales. La fachada presenta una división horizontal en tres franjas, cada una de ellas con una textura diferente. La inferior, es la franja de piedra, la más dura y resistente, en contacto con el terreno. Sobre ella, la franja de madera, con listones horizontales, cálida y suave. Y por último, la franja de pintura lisa.
Te presentamos a imagen de la casa terminada y su iluminación interior. Gracias a ella las ventanas se nos presentan como huecos de formas variadas que se adaptan a cada una de las habitaciones. Las podemos encontrar verticales y estrechas, o grandes y horizontales a modo de vista panorámica.
La última imagen corresponde a la entrada de la casa a través de esos escalones que superan el cambio de cota de la construcción respecto al terreno. Gracias a ellos se genera una zona de entrada con un pequeño porche delantero. Al fondo, la cubierta que protege los coches.