En primer lugar, uno puede preguntarse por qué un techo se llama así, a dos aguas. ¿Qué tiene que ver la palabra agua en todo esto?
Y claro, los que no están familiarizados con la arquitectura, desconocen que la cubierta que está formada por dos faldones o aguas en dirección descendente unidos en el medio, toma este nombre.
En este libro de ideas, nos abocaremos a esas casas que escogen este tipo de techo. Las razones pueden ser diversas, que van desde una necesidad climática, los techos a dos vertientes facilitan el deslizamiento de la nieve o de la lluvia , hasta cuestiones meramente estéticas con las que el propietario se identifica.
Ponete cómodo y preparate para disfrutar de este desfile de fachadas que hacen a este diseño su gran protagonista.