¿Qué tipo de suelo le va a mi cocina?

María Bausán María Bausán
Teeküche, raumdeuter GbR Berlin raumdeuter GbR Berlin クラシックデザインの キッチン
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Cuando tenemos que elegir un tipo de suelo para nuestra cocina, la elección va más allá de la pura estética. Son los materiales, en esta ocasión, quienes juegan un papel importante. Según el material que elijamos, tendremos suelos de cocina más caros o más baratos, más duraderos o más frágiles, más limpios o más complicados de mantener. En la cocina, la funcionalidad cuenta, y hay que estar informados sobre el tema antes de decidirnos por uno u otro material. 

No obstante, nuestro gusto también tiene algo que decir: ¿nos gustan los suelos clásicos o queremos innovar? ¿nos van los tonos claros o buscamos algo más oscuro? ¿queremos suelos que mantengan el calor o que sean más fríos? 

Como la elección no es fácil, aquí dejamos una serie de ejemplos para ayudarnos a tomar esta difícil decisión. 

Suelo laminado

El suelo laminado es una gran opción para aquellos que están pensando en cambiar el suelo de su cocina sin realizar grandes obras o contratar a personal especializado. Todo depende de lo manitas, que seamos, claro, pero el laminado es sencillo de poner y por tanto, una solución barata para nuestra cocina. 

En los últimos años ha tenido mucho desarrollo industrial, por lo que es fácil conseguir una variada gama de laminados entre los que elegir. Pero aunque los acabados de madera de los laminados son cada vez más auténticos, estos no son parqué, por lo que cuando se desgastan con el uso no podemos acuchillarlos como sí ocurre con los tradicionales suelos de madera. 

Eso sí, es una solución limpia, moderna y económica para nuestra casa. 

Madera

homify 地中海デザインの キッチン

La madera es un material poco común en las cocinas españolas, a no ser que estas sean cocinas de tipo rural. Quizá consideramos que la madera es demasiado delicada para la cocina, ya que todos sabemos que el suelo de esta habitación se ensucia mucho más que el resto de la casa. 

En Europa, sin embargo, es muy popular colocar suelos de madera en las cocinas. Se considera que este da a la habitación un toque cálido, natural y muy acogedor que encaja perfectamente con diseños modernos, como el que muestra la fotografía. Si nos decidimos por un suelo de madera, debemos saber que este puede ser bastante caro, pero vale la pena utilizarlo, puesto que una vez puesto, este nos acompañara siempre. Las marcas que van dejando el paso del tiempo no estropean la madera, sino que le dan cuerpo y personalidad.

Parqué

Tuvo su momento de gloria hace algunas décadas pero los nuevos materiales, como el laminado, parecieron relegarlo al olvido. Sin embargo, para los que no aceptan imitaciones, el parqué sigue siendo la mejor de las opciones. No solo es una cuestión de belleza, también de estilo: el parque pega con todas las cocinas y aunque haya muchas personas que sigan pensando que este tipo de suelo es más señorial y más típico de los salones, lo cierto es que la cocina es un lugar tan bueno como cualquiera para disfrutar de un suelo de parqué. 

Hormigón

Para cocinas modernas con toque industrial, la opción más estética suele ser un suelo de hormigón. Pero además de por su estilo, el hormigón es una buena opción por su funcionalidad: fácil de limpiar y muy resistente. 

Es recomendable, eso sí, llamar a un especialista para que lo instale, porque la técnica es algo compleja y si no se hace bien, aparecerán agujeros que convertirán sus ventajas en desventajas. 

Piedra natural

Para los amantes del lujo, la piedra natural es una opción que les permitirá lucirse ante los invitados. Este tipo de suelo puede ser muy caro, es difícil de reemplazar, y repararlo lleva su tiempo, pero luce como ninguno en nuestra cocina. 

Además es facilísimo de limpiar y es perfecta si tenemos calefacción de suelo radiante, puesto que caminar por la fría piedra nunca más será frío. 

Azulejos

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Quizá, de todos los suelos de cocina posibles, este es el que permite más creatividad. Azulejos hay de todas las formas y colores y con ellos podemos darle el toque de color que le falta a nuestra cocina. 

Como todo tiene ventajas e inconvenientes: es cierto que no son tan resistentes como otros materiales y que pueden quebrarse con los golpes, pero también es fácil sustituirlos en caso de que esto ocurra, sin tener que cambiar todo el suelo. En general son fáciles de limpiar, aunque para los locos de la limpieza, eliminar la suciedad de las juntas le traerá más de un dolor de cabeza. 

Pero para gustos, los colores, y está claro que en lo que respecta a azulejos, colores los tenemos todos. 

Linóleo

En estos tiempos en que tan importante es el coste económico de los materiales como su coste medioambiental, el linóleo es un producto que gustará mucho a los más ecologistas. Muy parecido al vinilo en cuanto a efecto y durabilidad, el linóleo es más caro, ya que está hecho con materiales naturales, lo que facilita que sea también un recurso biodegradable. 

Es linóleo es fácil de limpiar y de instalar, aunque como con el vinilo, debemos tener cuidado en su aplicación, si luego no queremos tener sorpresas desagradables. 

Vinilo

Fácil de instalar y barato. Si eso es lo que estamos buscando, nuestro material es el vinilo. Pero como todos, este también tiene sus peros: con el tiempo tiende a levantarse,  por lo que es importante que apliquemos bien el adhesivo, especialmente en las esquinas. 

Si lo colocamos sobre un suelo que antes tenía azulejos, es importante nivelar las juntas para evitar que con el tiempo se acaben marcando las juntas de abajo. 

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