Entendemos que la casa de un universitario luzca como un campo de guerra entre cajas de pizza y medias sucias; sin embargo, una vez llegamos a cierta edad, llega el momento de ¡poner las cosas en orden! Y es que, con los años, nuestra vida cambia, las circunstancias son otras y -así mismo- muta nuestro estilo, nuestras necesidades y preferencias. Esta claro que a los 30 aún no perteneces a la tercera edad pero también está claro que ya no eres un niño chiquito y que tu casa ya debe reflejar la etapa -adulta- en la que te hallas.
Nos alegra que te hayas ganado Miss Simpatía en el colegio o que fueses el alumno más destacado de tu clase; sin embargo, ya es hora de dejar de colgar tus títulos y certificaciones de secundaria -una época que, por cierto, ¡ya quedó atrás!
Si bien, recurrir a sillas de plástico para ubicar en tu terraza, sala, patio o jardín, es una idea bastante económica y ahorrativa; no es una idea acorde a esta nueva etapa adulta que estás por comenzar o que ya comenzaste hace rato. ¡Esto no dará la mejor impresión!
Las cocinas desordenadas, sucias, poco prolijas y repletas de cajas de pizza y latas de atún, ¡mejor dejémoselas a los adolecentes!
¿Qué mejor lugar para olvidarnos de nuestros problemas y afanes -propios de la edad adulta y de las labores en el trabajo- que pudiendo relajarnos bajo el sol y el aire fresco? Es por eso que, ¡no deberás aprovechar el espacio de tus zonas exteriores. Lo decimos por tu salud mental y física, ¿eh?
Claro que es importante que tu casa sea funcional y que cuente con sillas para sentarse, camas para recostarse, puertas para cerrar y abrir y mantas para cubrirse; sin embargo, tu decoración y elecciones no deberían basarse solo en lo funcional sino, además, en lo estético. ¡Busca darle un estilo a tu casa!
Eso de servir a la mesa -y a tus huéspedes o invitados- con platos de diferentes vajillas y colores y utensilios diferentes entre sí ¡quizás no sea la mejor idea! No vaya y sea que parezca que todo lo has heredado de tu tía, tu mamá y tu abuela…
Claro que con sábanas y cobijas podemos cubrirnos del frío en las noches, pero recuerda que tus elecciones deben ser estéticas y no solo funcionales. Elige un edredón que saque a relucir lo mejor de tu habitación y de tu estilo. Por favor, no duermas como un universitario pues ¡la universidad ya pasó!
Parte de ser adultos -o de convertirnos en uno- es entender que la pintura no es inmortal y que, de vez en vez, es necesario darle una pasadita. Ya basta de grietas y de pintura descascarada en tus paredes; recuerda que ya eres un hombre o mujer hecho y derecho/a.
Con tu almacenamiento ¡no improvises! Ni tus utensilios deberían ir en tu closet ni tus prendas en tu cocina -sin importar que vivas en un aparta estudio o en un loft-. Busca armarios, estantes y repisas que estén a la altura de la situación y ¡de tu edad!
Esto va para los recién casados con ansias de convertirse en padres: es momento de despedirse de los diseños y decoraciones peligrosas para tus hijos como aquellas hechas en cristal o con bordes muy puntiagudos o, incluso, afilados.
Eso de dejar tus cables al descubierto, por aquí y por allá, no permitirá que tu casa luzca nada bien. ¿Pensabas que los cables se cubrían por sí solos?; ahora sabes todo lo que debían hacer papá y mamá…
Hay quienes dicen que, si no eres capaz de cuidar de una planta, ¡mucho menos serás capaz de cuidar de un bebé! Así que, si ya te decisdiste por incluir plantas en tus interirores -moción que, por cierto, aprobamos y adoramos-, entonces asegúrate de regarlas y de ser responsable con ellas.
Tu piso, ni es armario, ni es repisa ni es estante ni es un gabinete; por esto mismo, ¡no hay razón para que tus cosas anden tiradas o amontonadas en tu piso y recostadas contra tu pared! Ya no somos niños y es hora de ordenar el caos.
Deberás recurrir a luz cálida si no quieres que toda tu casa luzca como un baño sino como un verdadero hogar donde empezar un familia. Además, si cuentas con un estudio, asegúrate de contar con una eficaz iluminación. Después de todo, apenas estás empezando tu carrera y es momento de lucirte en tu trabajo, pero ¿cómo hacerlo con una luz que no lo permite?
Los cuartos decorados por carritos y por princesas no están mal pero ¡para la habitación de tus hijos! Así que, ya sabes, despídete de decoraciones que ya no van con el momento de la vida por el que estás atravesando…
Esperamos que nuestras ideas te hayan gustado y estamos seguros de que las que vienen a continuación te encantarán: 8 reglas básicas de Feng Shui para mantener tu casa ¡en perfecto equilibrio!