Claves para controlar el consumo energético de tu hogar

Irene M.Tutor Irene M.Tutor
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Uno de los gastos que mes a mes va minando nuestros bolsillos son las facturas de suministros de agua, gas y electricidad. Para aquellas personas que hayan vivido en casas antiguas o desfasadas sabrán que cuando las instalaciones de agua y luz o los sistemas de calefacción no son los apropiados, las facturas a final de mes pueden dispararse.

A esto, además, hay que unir un mal aislamiento térmico para que nuestro dinero se vaya directamente por el sumidero. De ahí que una inversión inteligente a la hora de comprar los electrodomésticos sea apostar por la eficiencia energética, al igual que en la elección de las bombillas o el sistema de ventanas y puertas. El contar con un hogar energéticamente eficiente no solo contribuirá en el confort y comodidad de tu casa, sino que además te permitirá ahorrar a final de mes.

Te contamos todas las claves en este libro de ideas.

La importancia del aislamiento térmico

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Una de las claves que nos permitirán contar con un hogar eficiente económicamente es asegurar que nuestra casa esté bien aislada para que conserve la temperatura y evitar las pérdidas de calor. Un correcto aislamiento también nos garantiza una mayor efectividad frente a las altas temperaturas del verano. 

Es conveniente instalar doble ventanas o ventanas de doble cristal, como esta de House Habitat, además el aplicar un sellado o impermeabilizante en las juntas nos será de gran ayuda para asegurar que las ventanas y puertas están selladas correctamente, evitando así las corrientes frías y las fugas de aire para conservar todo el calor de nuestro hogar. Uno de los métodos más tradicionales pero efectivos para detectar esas fugas es acercar una vela a los rincones más potenciales de sufrir fugas y comprobar el movimiento de la llama, si hay un cambio en la misma u oscila, ¡corriente encontrada! Otra medida muy útil para mejorar el aislamiento térmico de nuestro hogar es comprobar las cajas de las persianas, ya que suelen tener pequeñas fisura que dan al exterior, y no olvides que cerrar persianas y cortinas por la noche evita importantes pérdidas de calor.

Mantén tu casa fresca

Para todos ellos que cuenten con un aparato de aire acondicionado en su vivienda sabrán que es muy sencillo abusar de la temperatura y que a pesar de las recomendaciones siempre tendemos a hacer bajas el termómetro. Pues bien, una de las claves para ahorrar energía en nuestro hogar es deshacernos de estos malos hábitos y, aconsejados por un profesional, fijar la temperatura media en torno a unos 22 o 23 grados. Además, mantener una temperatura constante nos permitirá recortar nuestro gasto energético.

Otro dato a tener en cuenta es que la eficiencia de este tipo de instalaciones, así como de la calefacción se define tanto por su rendimiento como por su mantenimiento y uso. De ahí que, seguir unas pautas de consumo responsable sea la mejor manera de ser eficientes energéticamente. 

Recuerda que, especialmente orientado al verano, los toldos y pérgolas serán unos grandes aliados para reducir el calentamiento de tu hogar.

Controla el consumo de luz

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Aunque pueda parecer muy evidente, no podemos dejar de recordar que siempre que sea posible debemos aprovechar la luz natural, que podemos potenciar decorando nuestro hogar en colores claros, ya que los tonos blancos reflejan mejor la luz del exterior.

Otro de los consejos más extendidos para reducir nuestro coste en iluminación es es sustituir nuestras viejas bombillas incandescentes por otras de bajo consumo que, aunque puedan suponer un desembolso mayor en un primer momento, ahorran hasta un 80% de energía y tienen una vida útil hasta ocho veces más larga, no olvides informarte acerca del número de encendidos y apagados que resiste cada una de las bombillas.

Si hay ciertas habitaciones de la casa en las que inevitablemente necesitamos luz constante y tenemos que recurrir a iluminación artificial, los reguladores electrónicos de intensidad luminosa te ayudarán a reducir el consumo energético, aunque dependerá sólo de ti el llevar a cabo un consumo responsable de tus recursos energéticos.

Electrodomésticos inteligentes

La tecnología ha evolucionado en los últimos años a una velocidad vertiginosa y hoy en día la aplicamos a cualquiera de las facetas de nuestra vida. En el caso de los electrodomésticos sucede lo mismo, incorporando estos nuevas y sofisticadas funciones que nos hacen el día a día más cómodo. 

En materia de eficiencia energética el avance también ha sido más que significativo y en este sentido merece la pena llevar a cabo una mayor inversión inicial en un aparato de etiqueta A, ya que a largo plazo saldremos beneficiados. Según la normativa europea al respecto, los electrodomésticos calificados como de tipo A (A, A+, A++, A+++) reducen el consumo energético y de agua desde un 50% a cerca de un 80%.

Cuánto más eficiente es un aparato mayor es su precio de mercado, pero no podemos dejar que esto suponga un inconveniente a la hora de conseguir un hogar con un mejor uso de sus recursos energéticos. Reemplaza tu antiguo frigorífico o lavadora por otro de categoría A y verás como tu factura de agua y luz se reduce drásticamente.

El uso de la calefacción

Hoy en día la mayoría de instalaciones de calefacción emplean el gas natural, debido a que supone una menor inversión y un gasto en consumo razonable, si las energías renovables no están a tu alcance, esta se convierte en la opción más rentable mientras que los sistemas eléctricos de calefacción ocupan el extremo opuesto. 

El sistema de radiadores, cuando emplea una caldera de condensación de bajo consumo, también resulta bastante eficaz. Pero para sacarle el máximo partido debemos llevar a cabo mantenimiento regular de la caldera y purgar los radiadores de cara a la época de frío, ya que las burbujas de aire que se forman en el interior dificultan la transmisión de calor. 

Otra alternativa, menos común pero igual de eficaz, es la calefacción por suelo radiante, esta consiste en una red de tuberías instaladas bajo el suelo de nuestra vivienda por las que circula agua caliente, a una temperatura de entre 30 y 45 grados. Resulta un sistema eficiente desde el punto de vista energético ya que funciona con temperaturas más bajas que conlleva un consumo menor.

Ni una gota desperdiciada

Por último, pero no menos importante, para completar nuestro consumo eficiente es controlar el gasto de agua. Acciones tan sencillas como renovar nuestra vieja grifería o por otra de tipo 'monomando' -para regular fácilmente la temperatura del agua- o instalar un sistema de doble pulsador en nuestro inodoro con el que ahorraremos una gran cantidad de agua, así como controladores de caudal en los grifos de cocina y baño. Aunque esta factura no suponga tanto para nuestro bolsillo no podemos dejar de lado el consumo responsable y moderado.

También podemos ahorrar en agua caliente y energía instalando sistemas con acumulación de agua caliente que conllevan un menor consumo frente a los de producción instantánea.

A todas estas medidas y que sumar nuestros hábitos cotidianos, como cerrar el grifo cuando no lo estamos utilizando o controlar el agua que empleamos en la ducha. Con estas medidas y un poco de voluntad nuestro hogar será perfectamente eficiente o lo que es lo mismo, eficientemente perfecto.

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