Dicen que no se necesita de cambios demasiado extremos para que estos sean contundentes, notorios y favorecedores y este es -precisamente- el caso. A continuación serán testigos de una renovación sencilla pero vital que logró dar vida a una terraza obsoleta y anticuada y luz a espacios interiores demasiado lúgubres y oscuros. ¿Listos para ser testigos del antes y del después? Aquí vamos…
Créditos a los talentosos profesionales de ARQUITECTONI-K DISEÑO + CONSTRUCCION SAS
Así lucía antes este espacio que se componía de dos terrazas, una ubicada en el segundo piso y otra ubicada en la primera planta. ¿Notas lo obsoletas y anticuadas que lucían estas terrazas con esas carpas sucias y viejas recubriéndolas a manera de techo? Sin dudas este espacio necesitaba un cambio y una renovación con urgencia. A continuación verás cómo cambio el lugar y los pocos detalles que de forma sencilla pero ingeniosa y coherente dieron luz, vida y estilo a esta casa de familia.
Como verás, los propietarios de este espacio -por suerte- se despidieron de aquellas feas carpas para dar vida a unos techos mucho más modernos y que permiten el paso del sol. Así mismo, el revestimiento de lo suelos cambió en material y colores. Que los suelos ahora sean blancos -al igual que los techos con diseño de pérgolas- permite crear o generar una sensación visual de mayor amplitud y luminosidad, ¿lo ves?
Estas pérgolas ahora sí permiten apreciar con mayor claridad el bonito paisaje natural que rodea a esta casa renovada. No hay nada más rico que tomar el desayuno o una rica taza de té o de café bajo el sol, ¿no lo crees?; pues bien, ahora ese tipo de planes y de rutinas resultan mucho más estéticas y reconfortantes en esta nueva terraza que anda tiene que ver con la anterior.
Antes, los interiores lucían oscuros, opacos y lúgubres. Por esta misma razón, nada lucía ni se podía apreciar -ni los muebles ni la alfombra ni nada-. Sin dudas, a este espacio le hacía falta una buena dosis d e luz y, adivinen qué, eso fue justamente lo que aconteció… ¡gracias a Dios! Y entonces, las fuerzas creativas de la arqutiectura y del diseño dijeron ¡hágase la luz!; y, en efecto, la luz e hizo…
Como verás, las entradas de luz natural fueron amplias y las baldosas fueron reemplazadas por baldosas más claras, blancas, brillantes y reflectivas. Ahora este lugar nada tiene de lúgubre ni de obsoleto, ¡todo lo contrario! ¿Ves que con pequeños detalles y renovaciones sencillas sí se puede lograr hacer cambios contundentes como este?
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