Ideas para crear una oficina en casa

María Bausán María Bausán
REFORMA VIVIENDA, José María Blázquez José María Blázquez
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El teletrabajo está de moda. Cada vez más empresas apuestan por permitir a sus empleados hacer una parte de su trabajo en casa ya que es una buena manera de conciliar la vida familiar y laboral sin que la productividad se resienta. Está demostrado, el teletrabajo nos hace más eficientes, puesto que perdemos menos el tiempo, nos desconcentramos menos y rompemos con esa insana costumbre empresarial española de calentar la silla

Si eres uno de esos afortunados empleados de una empresa moderna y abierta a las nuevas formas de trabajo o simplemente eres un autónomo sin oficina, sabrás bien lo importante que es, a la hora de trabajar en casa, contar con un espacio propio, un lugar al que podamos llamar despacho y en el que trabajar en zapatillas de estar en casa sea un verdadero lujo. Te contamos cuáles son las claves para diseñar un espacio de trabajo en casa. 

Un espacio agradable

Una de las claves a la hora de diseñar un espacio de trabajo en casa es crear un ambiente agradable. Y es que una de las ventajas de tener la oficina en nuestro hogar es que nosotros somos dueños del espacio, que podemos decorar a nuestro antojo, sin las restricciones habituales de las oficinas. Más allá de las clásicas plantas, nuestro despacho puede ser decorado con cuadros, vinilos, cortinas de colores, alfombras y otros detalles personales que harán nuestro espacio único. 

Un poco de orden, por favor

En la oficina todos tendemos a acumular cosas, pero en casa la cosa puede ser todavía más grave. Para evitar que el caos nos devore, además de un poco de autocontrol, es necesario que nuestro espacio cuente con una zona de almacenamiento bien organizada: de muebles con ruedas que colocaremos debajo de la mesa, a cajoneras, pasando por estanterías por doquier repletas de archivadores. No te quedes corto, cuánto más espacio de almacenamiento, mejor. 

La importancia de una buena silla

Por mucho diseño que queramos darle a nuestro despacho, hay un elemento donde la funcionalidad debe estar por encima de la estética: la silla. Y es que elegir nuestra silla de oficina no es una cuestión baladí. En ella pasaremos muchas horas y de la calidad de la misma se resentirá, o no, nuestra salud. Lo mejor es que invirtamos en una silla ergonómica, a ser posible con reposabrazos. 

De todas formas, si al final de la jornada nos duele la espalda no le echemos solo la culpa a la silla. De nosotros y de nuestra posición en el escritorio dependen muchos de los males que nos afectan. Algunos consejos básicos que no debes olvidar a la hora de sentarte frente a un ordenador son los siguientes: 

- Prohibido cruzar las piernas: lo ideal es mantenerlas ligeramente abiertas y formando un ángulo de noventa grados. 

- Mantente erguido: nada de espanzurrarse en la silla como si estuviéramos en el sofá. De hecho, debemos tratar de que nuestra espalda esté apoyada en el respaldo y la columna se mantenga recta. 

- Levántate de vez en cuando de la silla: no importa cuánto trabajo tengas,  una pausa cada cierto tiempo es vital para nuestra salud.

La iluminación

Un elemento fundamental a la hora de decidirnos por un emplazamiento u otro para nuestra oficina en casa es la iluminación. Es obvio que cuánto más podamos aprovechar la luz natural mejor, pero si la oscuridad te pilla trabajando, debes tener en cuenta qué tipo de iluminación es la más adecuada. 

Aunque una luz directa enfocada a nuestros papeles o al ordenador es básica, no debe ser la única con la que contemos. Para crear un ambiente más agradable y que produzca menos estrés necesitaremos también una luz indirecta que ilumine el resto del espacio. 

Trabajar en amor y compañía

Una de las desventajas de trabajar en casa es que nuestra sociabilidad se resiente. Pasar mucho tiempo solo o comunicarnos únicamente a través de la pantalla del ordenador deshumaniza el trabajo. Pare evitar esto te recomendamos trabajar acompañado siempre que sea posible. No es una idea nuestra, los espacios de coworking hace tiempo que descubrieron el filón que supone crear oficinas multidisciplinares para aquellos autónomos que trabajan por cuenta propia. Pero en casa también podemos crear un espacio común. Para ello lo mejor es que cada uno tenga su propia zona delimitada, con escritorios diferentes. Ya se sabe: juntos pero no revueltos. 

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