10 plantas de exterior para jardines modernos

Rocío E Rocío E
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Desde hace unos años el concepto moderno sobre paisajes y jardines se ha concentrado en ciertas formas y texturas que imprimen dibujos mínimos en la amplitud de los espacios. Esta estética es la que acompaña, a su vez, a las construcciones modernas, tanto edificios como viviendas y centros comerciales.

La textura de las plantas que prevalece hoy en día en los jardines de estilo moderno o minimalista se ejemplifica con claridad en las gramíneas ornamentales que pueblan los paisajes. Esbeltas, delgadas, de rubios penachos suaves, estas plantas en sus muchas variantes son colocadas en multitud bordeando caminos o inundando canteros y macetones.

El dibujo que componen los paisajes modernos incluye poco color que no sea el verde en toda su amplitud tonal. Pinos centinelas, palmeras protagónicas, exuberancia controlada, reducida. Sí se acepta, en esta estética, el violeta de la lavanda, cuya apariencia silvestre permite ser modelada para que se acople a los sectores estrictamente destinados a la ornamentación vegetal.

Lo máximo llevado a lo mínimo puede ser una frase utilizada por un paisajista. Las plantas de exterior, valga la redundancia, de un jardín moderno que se precie de tal, serán esas plantas que parezcan modelos europeas, altas, delgadas, inexpresivas. Y como en una pasarela o desfile, van colocadas una junto a otra con milimétrica precisión. Pero no digo más, pasemos a ver este libro de ideas y a disfrutar de esta singular estética verde.

Niveles compactos

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Los jardines tradicionales suelen emplear gran variedad de plantas de exterior, eligiendo siempre expresivos rosales, jazmines, flores de formas extravagantes, mucho color. En cambio, el jardín moderno se organiza en composiciones de mínimos elementos. Un nivel de flores de un sólo color, flores de apariencia silvestre. Un nivel intermedio de gramínea en una tonalidad clara de verde; y en un nivel superior, contrastando en textura y tono con los otros, un desaforado arbusto de pino bajo control.

Eso son los jardines modernos, plantas bajo control. Armonía regulada del caos.

Frágiles y fuertes

Ni uno más ni uno menos, seis árboles de tronco delgado y hojas alargadas y duras bordean el espejo de agua del jardín. A sus pies, tupidas lavandas esconden la tierra y aportan suavidad. Además, arbustos reducidos a macetas rectangulares escoltan puertas de vidrio. Así son los escenarios que la estética moderna impone a sus jardines. 

Las plantas de exterior de los jardines modernos se combinan, como vemos en la imagen, en esa oposición de delgadez y multitud. A su vez, son plantas perennes capaces de resistir de pie cada estación del año. Así, el cuidado que exigen los jardines modernos es mínimo. Riego, poda, nada más, o poco más necesitan estas plantas.

Apenas verde

La naturaleza domesticada, la tierra compactada en macetas de líneas rectas, el concepto sobre todas las cosas. Este es el minimalismo de los jardines modernos. No veremos bosques, veremos la idea del bosque replicada en tres arbustos solitarios. 

Y la gramínea siempre presente, como un recuerdo palpable, un souvenir, de lo salvaje. Todos los arbustos de hojas afiladas y alargadas son compatibles con la jardinería moderna. No así los verdes-ngleses arbustos de hojas pequeñas y redondas. La evasiva simpleza moderna requiere plantas que permitan la transparencia del campo visual.

El yuyo de moda

Si querés darle a tu jardín un aire moderno que resulte inconfundible, sembrá gramíneas. Para muchos despistados, estas hermosas plantas ornamentales son sólo un yuyo, una hierba silvestre de escaso valor estético. Quizás por eso el paisajismo moderno la rescató de los campos para que reinen en las ciudades, entre el gris.

Las gramíneas ornamentales se dividen en una gran variedad. La combinación de gramíneas permite un cuadro de verdes muy interesante, verdes y vetas rojizas, y focos amarillos. Estas plantas de exteriores no florecen, pero duran todo el año.

Impresionista

Una delicia este cuadro de gramíneas. Las gramíneas ornamentales más destacadas son las Arundinarias o cañas de bambú, muy propicias para bordear caminos sombreados, éstas, al igual que las Cortaderías, se distinguen por su esbeltez. Por su parte, existe otro grupo de gramíneas de crecimiento abigarrado, entre las que destacas la Festuca -de hojas azulinas- y la Hordeum. Las espectaculares espigas reciben el nombre latino de Lagurus, aunque se las conoce también como Briza de flores. 

Pero las gramíneas más hermosas son las Pennisetum, esos penachos como plumas de color rosado. Por último, otra especie ornamental que se emplea en combinación o sola es la Phalaris. En todos los casos, la resistencia a las plagas, las enfermedades y los embates del clima, es óptima.

Suavidad pura: detalle

Aquí, un primer plano de la Lagurus o Briza de Flores, tras la cual asoman las esbeltas Pennisetum.

Resistencia

Las gramíneas son las plantas más apreciadas de los jardines modernos. Esto gracias a una total resistencia a los cambios de clima y a las plagas. Por algo se trata de una familia con cerca de 700 géneros y 10 mil especies. 

Bosque mínimo

Una Picea azul rige la escena de este bosque mínimo. Bordean el escenario matas de gramíneas y un espíritu de flores naranjas resplandecientes. Los penachos de la gramínea ornamental completan el terceto visual de este bosque mínimo.

Hilera de iguales

En conclusión, la estética de los jardines modernos y minimalistas se sirve de pocas plantas de flores. Arbustos y plantas silvestres como la lavanda son el ejemplo de la simplicidad de este estilo. Es que una e las premisas es que las plantas sean resistentes a los diversos climas, ahorrando así tiempo y dinero en mantenimiento periódico. 

Ahora sí, espero que hayan sacado buenas ideas para el jardín moderno que desean diseñar.

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